Si algo hay que tener en cuenta cuando trabajas con niños y niñas, es que ellos también tienen problemas que, normalmente, debido a su edad, no saben gestionar y se exteriorizan por medio de emociones poco controladas.
Para nosotros pueden parecer
conflictos irrelevantes, pero debemos recordar cómo era tener nueve o diez
años. Tenemos que evitar minimizarlos, tratar de conversar con los peques
acerca de ellos para que nuestra relación sea estrecha y de confianza. Si
creamos un lazo afectivo sano, cuidándolo con el paso de los años, también
recurrirán a nosotros en su pre-adolescencia y las siguientes etapas.
Puede ocurrir que los niños y
niñas estén pasando por problemas familiares, donde los conflictos son mayores
pero que ellos no comprenden aun o no saben sobrellevar. Ahí nuestro papel como
profesionales es muy importante.
Este video puede ser de gran ayuda:
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