Hoy es un día con mucho terror para mis estudiantes ya que tienen el peligroso control de matemáticas, donde un simple número o signo cambiado puede suponer que todo esté mal.
Les veo bastante concentrados y
algunas veces me preguntan dudas a mí. Me gusta que me llamen a mí
particularmente, significa que me buscan porque mis explicaciones les ayudan
para continuar. Sobre todo hay un par de chavalitos que solo levantan la mano
para que sea yo la que vaya a su pupitre.
Me siento como una profesora de verdad.
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