La experiencia está siendo increíble. Tengo mucha suerte con el aula y la tutora que me han asignado pues siempre están dispuestos a ayudarme en todo lo necesario para mi aprendizaje.
Durante estos días he podido aprenderme algunos nombres, pero son muchos niños y niñas, sumado a la complicación de quedarme con los rostros por la mascarilla. Y hablando de mascarilla, esta entrada la dedicaré a hablar de las medidas de seguridad puestas por mi centro ya que me ha sorprendido alegremente.
Para empezar se han permitido acceso por cuatro puntos de entrada y salida para evitar aglomeraciones. estas puertas quedan divididas por cursos, así es mas sencillo de recordar. Además, encontramos felpudos continuamente desinfectados con lejía para que sus zapatillas queden también higienizadas. Antes de entrar al aula lavan sus manos con gel hidro-alcohólico. La mascarilla es obligatoria durante toda la estancia en el centro, patio inclusive; salvo durante la merienda, aquí los niños y niñas permanecen en clase, sentados en su espacio para evitar que se incumpla la distancia de seguridad. Antes de comer y al terminar se desinfectan las mesas, es entonces cuando pueden salir al patio. En el recreo, todas las zonas son divididas por aulas, ya que en caso de algún positivo es mucho mas fácil saber las personas con las que la persona infectada ha tenido contacto. Es lo que han denominado las aulas burbuja.
Lo cierto es que tanto alumno como profesorado están muy concienciados con el Covid y la pandemia, tratan siempre de mantener una buena higiene de manos y les acompaña siempre la mascarilla.
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